Los ancestrales “chaccus” habían sido suspendidos por la pandemia de la Covid-19. La paralización de esta importante actividad generó innumerables perjuicios económicos en los criadores de camélidos, pero tras casi dos años la Dirección de Agricultura anunció el reinicio de la captura y esquila de vicuñas.
 
Se conoció que el proyecto vicuña en coordinación con la Dirección de Camélidos Sudamericanos y las comunidades altoandinas del sur de la región iniciaron con el “chaccu” cumpliendo con todos los protocolos, teniendo como meta 100 “chaccus”.

En relación a este tema, Omar Arias, especialista en camélidos sudamericanos, precisó que Ayacucho posee hasta el 25 % de producción mundial de fibra de vicuña y que no realizar dichas actividades representa un grave problema financiero, tratándose de zonas vicuñeras como Lucanas, , Parinacochas, etc.

Se estima que se efectúen entre 20 a 50 “chaccus” hasta fines de año, una cifra muy por debajo del número promedio que se realizaba hasta el 2018. Esta disminución se debe a la paralización de actividades por el estado de emergencia sanitaria. Omar Arias acotó que otro de los problemas con el cual afrontan los vicuñeros es la sarna en los animales.

Dijo que esta enfermedad es altamente contagiosa y que se agrava por la falta de “chaccus”, y que además genera grandes pérdidas económicas y una baja en la producción de lana de vicuña. (Ovinews)