"La idea con este proyecto es realizar el diagnóstico en los animales para saber el estatus sanitario y proteger a los consumidores y al productor", dijo la coordinadora provincial de la Ley Caprina en Jujuy, Teresita Auad.

Actualmente Jujuy cuenta con registros muy dispersos en relación a muestras realizadas con anterioridad pero en ninguno se abarcó a todo el distrito.

"Si bien esos datos son una referencia muy importante, para que el Senasa lo considere válido se tiene que haber hecho en toda la provincia en un período de tiempo acotado", explicó Auad.

Por lo tanto, consideró que el trabajo que se pueda hacer "es muy importante sobre todo a nivel de salud pública".

El proyecto de Ley Caprina, aprobado hace algunos días, prevé un desembolso de dinero para la compra de los insumos.

Las muestras serán tomadas a cabras de toda la provincia dentro de un período menor a los 90 días y estará a cargo de un equipo integrado por profesionales de la Dirección Provincial de Desarrollo Ganadero, el TA y la Secretaría de Agricultura Familiar.

"El Senasa también participa en el proyecto que requiere toda una coordinación ya que se necesitan los registros de los productores y la ubicación de cada campo", añadió.

En Jujuy, la producción caprina está orientada hacia el pequeño productor que se dedica a la actividad en promedio con 50 y 60 animales.

La provincia no tiene antecedentes de algún caso de brucelosis caprina confirmada en humano, pero sí hay casos positivos en provincias limítrofes.

"La brucelosis caprina es una enfermedad producida por una bacteria que si bien afecta la producción es muy peligrosa para el ser humano porque contagia y produce serios problemas en la salud", indicó Auad.

Uno de los derivados la cabra es el queso que se produce especialmente en las zonas de quebrada y valles, y se valora también su carne y cuero en localidades de la Puna.

De acuerdo a registros oficiales, en la provincia hay aproximadamente 150.000 cabras y hay en total unos 2.500 productores caprinos.